martes, 9 de agosto de 2011

La pesadilla del apocalipsis

Desconozco si al resto de los humanos les pasará pero yo, prácticamente desde que tengo memoria, suelo fantasear, para bien o para mal, con el fin del mundo… Esta es una de esas cosas que con las que un psicoanalista se frotaría las manos. Cuando digo fin del mundo no me refiero a un fin del mundo en plan llega el sol y nos engulle… Bueno, a decir verdad no sueño con el fin del mundo, sino con el mundo tras el apocalipsis… tras el fin de la humanidad.  A veces son zombis, juicios divinos,  guerras nucleares…  La cuestión es que hay una pesadilla que se me repite a menudo cuando duermo...
Voy caminando por una especie de campo de tierra lleno de árboles secos y sin hojas… el cielo esta teñido de rojo y  parcialmente nublado con nubes de tonos del mismo color y el aire huele a humo y podredumbre. A lo lejos veo los restos de una ciudad compuesta por esqueletos de edificios que aún humean. Me siento cansado y débil mientras camino… Llevo puesto un uniforme de protección NBQ (Nuclear, biológica y química) pero no llevo puesta la mascara de gas ; la llevo colgada del cuello y me pesa… A veces también llevo un arma pero siempre la acabo dejando por el camino… Porque no hay nadie a quien temer. Tras unos cuantos pasos llego a una especie de terraplén , resbalo y caigo de culo resbalando… Cuando llego abajo me invade una sensación extraña… y comienzo a oír el graznido intermitente de pajaros… Cuervos… Me levanto y camino unos cuantos pasos hasta toparme con las ruinas de una especie de caseta con varias pintadas de spray con el símbolo de biopeligro y  un camión oxidado y viejo… Al tratar de rodearla resulta que la parte de atrás esta vallada de forma rudimentaria con alambre de espino… Saco una pequeña cizalla de mi bolsillo y me abro paso…  Detrás de la caseta empiezo a ver cadáveres dispersos por el suelo y comenzando a pudrirse… algunas veces son militares, otras pueden ser personas normales… en el peor de los casos algunos niños. Están rodeados de moscas y algunos cuervos es están alimentando de sus vísceras… Mientras graznan y me observan… Avanzo unos cuantos pasos más… y entonces veo la fosa…  Un agujero enorme, de varios kilómetros de radio…  y amontonados en el cientos, miles de cuerpos pudriéndose aún con las ropas puestas… Es entonces cuando comprendo que soy el último… y que todo ha acabado. Algunas veces no se qué ha pasado pero otras sé que el motivo ha sido una guerra; otras sé que ha sido una enfermedad contagiosa creada en un laboratorio; otras que ha sido el fin por el fin… el apocalipsis
Los detalles varían bastante de un sueño a otro pero se repiten algunas constantes como el cielo rojo, el graznido de los cuervos, el alambre de espino y la fosa… Cada vez que tengo esta pesadilla me levanto con un mal cuerpo terrible. Supongo que son paranoias… que tal vez algún Freudiano lo asociaría a problemas con mi padre o a la sublimación de la libido reprimida… No tengo ni idea… pero lo que realmente me asusta es que sé que el ser humano puede llegar a hacer realidad ese sueño en cuestión de días… sin necesidad de la intervención de ningún dios o demonio. También es cierto que en mi sueño muchas veces reflexiono hasta llegar a la conclusión de que era inevitable llegar a ese día. Tal vez sea el momento de preguntarnos ¿A dónde vamos?...

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