Ázidoh, el soñador

Martín Luter King tuvo un sueño... y yo tambien suelo soñar. Se me revuelve un punto difuso del alma cada vez que pienso en un vagabundo que duerme en pleno mes de enero entre cartones en la gran ciudad... con o sin problemas con el alcohol y las drogas... con y sin maldad en mente... Esta en la calle. Ese punto se me retuerce cuando veo una imagen de una patera llena de gente con un pasado doloroso a la que le espera un futuro no mucho mejor... gente que se juega su vida y la de los suyos por algo tan confuso y abstracto llamado esperanza... La misma zona de mi alma que llora a lagrima viva cuando ve a un drogadicto destrozar su vida, a un niño criarse solo en un pais en guerra civil, a una prostituta cuya vida ha debido ser un infierno... Exactamente la misma parte del alma que se me estrangula al ver imagenes de las fosas comunes y los campos de trabajo nazis, de las lapidaciones en paises lejanos, o de la gente maltratada... creo que tambien es la zona que se me irrita cuando pienso en los grandes empresarios de vidas opulentas que explotan a sus empleados por un pedazo de pan, cuando pienso en todo el dinero que tiene la iglesía católica y que se invierte en visitas del papa o en construir templos a alguien que murió por nosotros hace casi dosmil años... en lugar de construir un techo a quien no lo tiene, o dar de comer a quien no come o devolverle la salud a quien se muere. Esa zona de mi alma esta enferma de odio hacia el ser humano... de la mas profunda misantropia... del deseo de exterminar a la humanidad ( incluido yo) por su infinita falta de compasión. Es la parte de mi alma que me amarga... y me hace darle vueltas a las leyes de la humanica... La parte del alma que me atormenta... y solo tiene una solucion ... soñar.  Yo tengo dos sueños que se alternan...o sueño con un mundo justo en paz que, en mi interior, se que es posible ... o sueño con amputarme dicha parte de mi alma.