martes, 6 de septiembre de 2011

de Ázidoh y la relación entre los mandamientos y la felicidad según la humánica (parte 1)

De la humánica y los mandamientos
Tras descubrir la posible relación entre la humánica y la felicidad, estuve reflexionando un tiempo sobre cómo podía hacer que una civilización entera fuera feliz a medio o largo plazo y que esa felicidad se mantuviera accesible para todos en todo momento. Era algo extremadamente complicado puesto que pese a que todos nos rijamos por las leyes de la humánica , estas son ambiguas en varios aspectos como el concepto de semejanza o el de comodidades. En cualquier caso, el primer objetivo era bloquear el miedo o al menos la percepción de las amenazas puesto que este es, según la humánica, el requisito indispensable para la felicidad. Por otro lado, cuanto más amplia y generalizada fuese la ley cero, mas fácil sería la convivencia pacífica lo cual también disminuiría notablemente la cantidad de amenazas provenientes de nuestros congéneres… El razonamiento seguía este curso cuando de pronto me di cuenta de un detalle sorprendente… Yo no he sido el primero en hacer esto… alguien lo intentó antes…   Los mandamientos.
Yo, que nunca tuve unas creencias religiosas definidas, me sentí abrumado por la posibilidad de que los mandamientos fuesen una forma para conducir a la sociedad que estaba buscando. ¿Moisés ya conocía las leyes de la humánica? Finalmente  decidí que había que estudiar si, según la humánica realmente una sociedad que cumpliese por defecto los mandamientos estaría predispuesta a la felicidad colectiva.
En primer lugar, era evidente que las leyes estaban diseñadas buscando que, tras generaciones y generaciones de creyentes, los individuos las aceptases de forma casi inconsciente… es decir para que las cumpliesen de forma instintiva e involuntaria, sin pararse a cuestionar nada y no por miedo a ir al infierno… Pero para que ello fuese posible, tenían que convencer antes a muchas generaciones por completo que si cuestionarían los mandamientos… ¿Como vencer ese problema? Con el miedo…  Si tienes miedo a las consecuencias de no hacer algo , entonces lo haces para evitar las consecuencias de no hacerlo … pero … ¿A que se le puede tener tanto miedo como para que a nadie se le ocurra ir en su contra? Pues a un dios celoso y vengativo. Si además , a esa figura le añadimos el corazón tierno y la bondad reciproca ( si eres bueno el será bueno) , entonces tenemos una forma de asegurarnos que, a la larga, haría que el ser humano cumpliese los mandamientos por defecto.
Busque los diez mandamientos y me encontré con que , según la interpretación, existen varias versiones. Opté por contrastar la humánica con los más antiguos que encontré… Las mitzvot (mandamientos divinos) contenidos en la Torá (Pentateuco).
El libro del Éxodo contiene la siguiente narración:[1]
1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2 Yo soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás ante ninguna imagen, ni las honrarás; porque yo soy Yahveh tu Dios, fuerte, celoso, que castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7 No tomarás el nombre de Yahveh tu Dios en vano; porque no dará por inocente Yahveh al que tomare su nombre en vano.
8 Acuérdate del día del sábado para santificarlo
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra,
10 mas el séptimo día es reposo para Yahveh tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días hizo Yahveh los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yahveh bendijo el día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Yahveh tu Dios te da.
13 No matarás.
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

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